“Antes se coge a un mentiroso que a un cojo” dice el refrán.
¿Quién no ha mentido alguna vez?
Todas las personas en mayor o menor medida suelen mentir en algún momento. De acuerdo con estudios hechos sobre el tema, parece que los hombres lo hacen más a menudo que las mujeres. Éstas mienten más para evitar herir a los demás que para beneficiarse de una falsedad.
Hay verdaderos artistas del embuste. El problema es que cuanto más se miente más difícil es controlar todos aquellos datos inexactos que se han ido dando. El saber qué y a quién se han revelado detalles que no son ciertos se va acumulando en la mente y hay que ser todo un experto mantener esas falsas historias en el trato con los demás.
En las relaciones de pareja, la mentira o la sospecha de que se ha incurrido en ella, es la base de muchos de los casos que acaban sobre la mesa de un detective privado. Las infidelidades son muy frecuentes en las labores propias de un investigador, pero casi todos los casos se inician con la sospecha de un engaño. Los mentirosos caen en muchas contradicciones que alertan a los que les rodean y a menudo son “pillados” en su propia red de falsedades. Ya sentenció Sófocles hace casi 2500 años que “una mentira nunca vive hasta hacerse vieja”.
En general, la desconfianza que generan estas situaciones de engaño, es mucho mayor cuanto más estrecha es la relación entre las personas. El grado de profundidad de estas relaciones es proporcional al daño que ocasiona la mentira. Mentir en el trabajo causa muchos problemas, pero mentir en una relación de pareja, por ejemplo, destruye toda la confianza y hace que se tambaleen las bases que soportan los vínculos afectivos. Por ello a los clientes de un detective los casos que plantean les afectan de distinta manera. No es lo mismo una aseguradora que cree que un trabajador está faltando al trabajo por una falsa enfermedad que una persona que sospecha que su pareja le es infiel. La objetividad y el tacto son fundamentales en el trato de un investigador.
Los detectives privados se mueven en un entorno difuso en que la verdad y mentira están amalgamadas. Su labor es confirmar y averiguar dónde se halla lo real y dar un testimonio veraz a los que les han contratado. Detectives New Record apuesta siempre por dar el mejor servicio desde sus oficinas en Palma de Mallorca.
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