El trabajo de un investigador privado se rige entre otras muchas cosas por la Ley de Protección de Datos. Según esta ley, los Detectives Privados pueden tratar con datos personales sin que sea necesario el consentimiento de los titulares. Todo ello sin atentar contra la intimidad personal.
Ante todo deben formalizar un contrato con el cliente en el que se especifique cuál es la información que se le requiere. Los servicios de investigación privada solo pueden realizarse a cuenta de terceros legitimados, y en ningún caso se podrá investigar la vida íntima de las personas en sus domicilios o en espacios reservados.
El profesional deberá informar o elaborar y entregar un informe a su cliente sobre los servicios solicitados. En el caso de que en el transcurso de la investigación observara hechos delictivos, su deber es ponerlo en conocimiento de las autoridades judiciales, sin que al hacerlo viole la confidencialidad.
Los Detectives Privados deben llevar un libro de registro de sus casos y estar a disposición de los órganos de la Administración de Justicia cuando se les requiera. Además, atender las citaciones de los juzgados y tribunales.
Es obligatorio asegurar el archivo de sus investigaciones. Los informes deberán guardarse durante tres años. Las imágenes y sonidos se destruirán al cumplirse ese plazo. La única excepción es aquella en que el material esté relacionado con algún proceso judicial o sancionador. Cuando un profesional deje de ejercer como tal debe depositar la documentación en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía.
El detective está obligado a guardar reserva sobre todas sus investigaciones, y, por supuesto, en el ejercicio de su labor se atendrá a los principios de racionalidad, necesidad, idoneidad y proporcionalidad.
Detectives New Record de Palma de Mallorca realiza sus labores de investigación respetando todos los principios de la Ley de Protección de Datos y proporcionando a sus clientes una respuesta basada en la legalidad y por supuesto en la confidencialidad.
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